- Ya perdí la cuenta, güón. Y ya de fijo se acabó la mejenga.
- Olvidate, mae. Pero tranquilo, echémonos el sarpe, yo te invito.
- Okey.
- Mae, qué buen pantalón. Está tuanis esa mezclilla, claro mirá, se siente que es de la legítima. ¿Es 501? ¿A dónde lo compraste?
- Me lo trajo la doña de Miami.
- ¡A la puta, la doña! Tanto que hablé de ella, debería haber llamado para avisar por lo menos. Bueno, vale picha. Echémonos este sarpe… Y bueno, ¿qué?
- ¿Qué de qué?
- ¿Bambi?
- ¿Bambi qué?
- Va’nvitar a eso que le dejó su primo en la jacket.
- Mae, pero no es mota.
- Diay, ¿qué es? ¿perico?
- Sí, directo de Bolivia.
- ¿Cómo sabés?
- No, no, es por decir algo.
- Bueno, jale al baño.
- Y qué, no hay rollo con el bartender.
- N’hombre si yo lo conozco, siempre vengo a este chante.
- Eso, aquí, métase aquí…cierre la puerta.
- Uy mae, ¿vio qué buenas tetas las de esa hembra de la mesa del fondo?
- Ni me diga, que si me agacho me saco un ojo.
- Voy, aquí en esta llave. Sniff. Ahh!!! Qué rica
- Prestáme la llave…. Snifff. Claro, buenísimo
- Sabe qué, esa mae me dejó templado.
- ….
- Hágase para acá un toque, así sin miedo
- …
- Ayúdeme con la faja… ajá… uy mi rey, mire qué pichota.
- …
- Sí, qué bárbaro, ajá, recuéstese más contra la pared, ajá-
- Rico.
- Sí, sí, venga, venga, ajá, qué rica lechita.
- Sáquese la suya ahora.
- Tome, le gusta… Mire cómo me tiene.
- …
- No, no, sin besos.
- Perdón
- Cuál perdón, siga sobándomela así, así, así, así, ASÍ!!!